Se trata de un foro itinerante, que este año parará en Lora del Río (Sevilla), Roquetas del Mar (Almería), Jerez de la Frontera (Cádiz) y Moguer (Huelva), con el objetivo de evaluar las posibilidades que tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial, Internet de la Cosas o el Big Data pueden suponer para abrir para el regadío.

La agricultura de riego está expuesta hoy a una doble presión: hídrica y energética. Con respecto a la primera, está viendo cómo el cambio climático está incrementando los períodos secos y aumentando las temperaturas, todo ello combinado con precipitaciones, a la par de más escasas, más intensas. Con respecto a lo segundo, la fuerte apuesta por la modernización, que exige un mayor consumo energético, la volatilidad de los mercados y la inversión en energías limpias convierte la gestión eléctrica en un aspecto de crucial importancia para el regadío.

A mejorar tanto la gestión hídrica como la energética, pueden ayudar de forma muy relevante las nuevas tecnologías de IA e IoT, aportando información para una toma de decisiones que hoy se basa en la experiencia, la intuición o la sospecha razonada y que gracias a la analítica de datos será posible fundamentar en información cierta.

Además, el debate es extraordinariamente pertinente en un contexto en el que las administraciones están apostando extraordinariamente por la transformación digital del regadío a través de diferentes instrumentos de ayuda.

Así el Ministerio ha lanzado dos convocatorias para la digitalización de las comunidades de usuarios de agua para regadío, que van a significar subvenciones superiores a los 200 millones que se van a destinar a telecontrol, monitorización, fertirrigación y mejora de la eficiencia energética, monitorización de la calidad y cantidad de agua en los retornos de regadío a cauces superficiales y mejoras tecnológicas y digitalización de los sistemas de control del volumen de agua realmente utilizado en parcela, entre otras aplicaciones.

Por su parte, a través del programa Crece, la administración andaluza, con una inversión de 3,8 millones de euros, cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), ayudó en 2024 a más de 2.000 explotaciones agrarias andaluzas a avanzar en su proceso de digitalización y en la sostenibilidad de sus negocios.